10/08/2005

Millones


Hoy quiero hablar de una película que me sorprendió después de haberla alquilado en mi videoclub para aprovechar un dos por uno. Se trata de "Millones". Danny Boyle, director de películas tan conocidas como "Trainspotting" o "28 días después", abandona a los drogadictos ya a los muertos vivientes (en ocasiones sinónimos) para presentarnos una película sobre milagros y solidaridad (en ocasiones sinónimos).
Damian (Alex Etel) es un niño de unos nueve años que acaba de mudarse con su padre y su hermano adolescente a otro barrio tras la muerte de su madre. La mayora aficción del crio son los santos. Si, sí, habeis leido bien. Al igual que otros niños de su edad conocen perfectamente la alineación del Manchester United este pequeño conoce la vida, obra y muerte de todo aquel que haya sido canonizado. Pero además Damian tiene la cualidad o la imaginación necesaria para poder ver y hablar con sus santos favoritos.


Sin embargo la vida de Damian se pone aún más interesante cuando, jugando al lado de las vias de ferrocarril (hablando con Santa Clara, para más señas) una bolsa llena de dinero cae del cielo. Su bíblica mentalidad le dice que ese dinero ha sido sin duda enviado por Dios para que haga buenas obras con él. Lo primero que Damian hace es compartir la noticia con su hermano Anthony (Lewis Owen McGibbon), que lejos de ser tan solidario como su hermanito, solo utiliza el dinero para ganar popularidad en el colegio y adquirir todo tipo de "complementos" dignos del más VIP de los adolescentes (incluso contrata guardaespaldas entre sus compañeros). Ya os podeis imaginar lo que sufre Anthony cuando ve como Damian disfruta invitando a todo tipo de indigentes al Pizza Hut y buscando nuevos pobres en su barrio de ricos con los cuales poder compartir el botín. Las pequeñas discusiones que tendrán los dos hermanos sobre que finalidad darle al dinero pasarán a un segundo plano cuando descubran que la bolsa no cayó del cielo, sino que fue robada en una gran operación criminal. Y hasta ahí puedo leer.
Incluso con este resumen alguno de los lectores puede llegar a pensar que se trata de la clásica película ñoña sobre buenas acciones, amor y moralinas, pero nada más lejos. Desde luego el tema es ese, pero de ñoña la película no tiene nada. Puede gustar a niños pero sin duda a los que gustará será a los mayores. Ese chaval que se emociona al descubrir a un nuevo pobre como el niño que se entera de que van a sacar la Play Station 3, esos santos que, una vez se han ganado el cielo, incluso fuman con toda tranquilidad (no podía faltar el clásico toque de surrealismo típico del director) y la triste probabilidad de que aquel que la vea (como yo) se de cuenta de que con toda seguridad actuaría como el joven Anthony, prefiriendo tomar por loco al niño que dice ver santos.

Para más información podeis acudir a la página oficial de la película en http://www2.foxsearchlight.com/millions/

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