Comencé a oir unos ruidos, como si alguien raspara, a través de la persiana del balcón. Creí morir y me dí cuenta de que estaba haciendo el tonto: si quería saber como acabar con Chucky lo más inteligente era ver su propia película...
EL MUÑECO DIABÓLICO
Así es, vencí mis miedos y cogí esa película maldita de ese muñeco surrealista. Os voy a detallar de que trata.
Todo comienza con un criminal asesino, Chucky en cuestión, que huye de la policía. Decide que lo mejor que puede hacer con su vida es meterse en una tienda de juguetes, donde le disparan y mientras está agonizando hace un rito budú y se mete en el cuerpo de el muñeco en cuestión, que hasta entonces no era diabólico pero si muy feo e irreal.
En eso que en otro punto de la ciudad un niño llamado Andy ve anunciado ese mismo muñeco por la tele y se encapricha con él, a pesar de que ese muñeco, como ya os he explicado, es más feo que ese ser que se hace llamar Pulpillo. De hecho yo casi lo prefiero en su formato diabólico que en su formato muñeco normal. La madre, que es pobre de pedir, no sabe que hacer, y ve la luz cuando, al hacer un descanso en el trabajo, se encuentra con un mendigo que tiene ese muñeco a un precio gratuito. La madre, pasándose por el forro todo tipo de normas y directivas de sanidad, antepone sus dineros a la salud de su hijo (no sabe hasta que punto) y le compra el muñeco a ese mendigo.
A partir de aquí todo es muerte y destrucción. Al famoso Andy le toma por loco todo pichichi cuando va diciendo por ahí que su muñeco habla. Hasta mitad de la película ningún ser humano ve a ese muñeco dar signos de vida.
El momento de mayor tensión ambiental de esta película es cuando al Andy este ya le han ingresado hasta en un psiquiátrico, y la madre se queda sola en casa. En eso que se le ocurre mirar la caja donde venía el famosos Chucky, y de donde, como ya dije, jamás debieron sacarle, y se encuentra con que en esa caja pone que el muñeco viene sin pilas. La madre en esos momentos siente lo que sentí yo y lo que os ha hecho una gracia tremenda: siente cacotas. Y entonces, y no antes, es cuando coge a Chucky y abre su famosa caja de las pilas. Este es, como ya he dicho, el momento de mayor tensión, porque todos sabemos que Chucky se va a dar cuenta de que le han abierto la caja de las pilas (yo si tuviera una caja de pilas en la espalda y me la abrieran me daría cuenta) y va a empezar a montar un espectáculo.
Entonces a la madre se le cae el muñeco, y entre que lo encuentra y no lo encuentra debajo del sofá yo lo paso fatal. Cuando lo recupera no se le ocurre otra cosa que acercar a Chucky a la chimenea y decirle que o habla o le quema. Este es otro momento absurdo, porque si el Chucky por fin estaba relajado, con que sentido le cabreas. La consecuencia de todo esto es que el Chucky pone cara de malo y de aquí al final de la película no para de montar pollos.
En cuanto a la conclusión de como matarlo, descubrí que lo mejor que se puede hacer es quemarlo, dispararle millones de veces, cortarle varios miembros y apalearle. Como yo no me sentía capaz de todo eso decidí coger una manta, taparme hasta límites insospechados y dormir hasta que un nuevo día llegara y todo hubiera sido un sueño... hasta el próximo Halloween.
Así es, vencí mis miedos y cogí esa película maldita de ese muñeco surrealista. Os voy a detallar de que trata.
Todo comienza con un criminal asesino, Chucky en cuestión, que huye de la policía. Decide que lo mejor que puede hacer con su vida es meterse en una tienda de juguetes, donde le disparan y mientras está agonizando hace un rito budú y se mete en el cuerpo de el muñeco en cuestión, que hasta entonces no era diabólico pero si muy feo e irreal.
En eso que en otro punto de la ciudad un niño llamado Andy ve anunciado ese mismo muñeco por la tele y se encapricha con él, a pesar de que ese muñeco, como ya os he explicado, es más feo que ese ser que se hace llamar Pulpillo. De hecho yo casi lo prefiero en su formato diabólico que en su formato muñeco normal. La madre, que es pobre de pedir, no sabe que hacer, y ve la luz cuando, al hacer un descanso en el trabajo, se encuentra con un mendigo que tiene ese muñeco a un precio gratuito. La madre, pasándose por el forro todo tipo de normas y directivas de sanidad, antepone sus dineros a la salud de su hijo (no sabe hasta que punto) y le compra el muñeco a ese mendigo.
A partir de aquí todo es muerte y destrucción. Al famoso Andy le toma por loco todo pichichi cuando va diciendo por ahí que su muñeco habla. Hasta mitad de la película ningún ser humano ve a ese muñeco dar signos de vida.
El momento de mayor tensión ambiental de esta película es cuando al Andy este ya le han ingresado hasta en un psiquiátrico, y la madre se queda sola en casa. En eso que se le ocurre mirar la caja donde venía el famosos Chucky, y de donde, como ya dije, jamás debieron sacarle, y se encuentra con que en esa caja pone que el muñeco viene sin pilas. La madre en esos momentos siente lo que sentí yo y lo que os ha hecho una gracia tremenda: siente cacotas. Y entonces, y no antes, es cuando coge a Chucky y abre su famosa caja de las pilas. Este es, como ya he dicho, el momento de mayor tensión, porque todos sabemos que Chucky se va a dar cuenta de que le han abierto la caja de las pilas (yo si tuviera una caja de pilas en la espalda y me la abrieran me daría cuenta) y va a empezar a montar un espectáculo.
Entonces a la madre se le cae el muñeco, y entre que lo encuentra y no lo encuentra debajo del sofá yo lo paso fatal. Cuando lo recupera no se le ocurre otra cosa que acercar a Chucky a la chimenea y decirle que o habla o le quema. Este es otro momento absurdo, porque si el Chucky por fin estaba relajado, con que sentido le cabreas. La consecuencia de todo esto es que el Chucky pone cara de malo y de aquí al final de la película no para de montar pollos.
En cuanto a la conclusión de como matarlo, descubrí que lo mejor que se puede hacer es quemarlo, dispararle millones de veces, cortarle varios miembros y apalearle. Como yo no me sentía capaz de todo eso decidí coger una manta, taparme hasta límites insospechados y dormir hasta que un nuevo día llegara y todo hubiera sido un sueño... hasta el próximo Halloween.
3 comentarios:
pues mira, te voy a agradecer todos estos post sobre Halloween porque, gracias tu gran análisis sobre peliculas tipicas de miedo, ya se cuáles no veré, (ninguna), por cagona!
jajajajajajaja
pero que artura a reir. nos bamos al bidioclus a cojer la peli de chuqui. seguro que nos meamos acordandonos de ti.
vesillos terrorificamente ruvios!!!
Bueno, yo ahora mismo estoy granhermaneando y he hecho un parón solo para deciros que sigo vivo y feliz.
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