Standing still

¡Hola! Como paso de todo, hoy he decidido que voy a hablaros de un ser llamado Jewel.

Corrían los maravillosos años 90 (nunca me he imaginado a un año corriendo, pero como lo dice todo el mundo, yo también) y el panorama musical se veía inundado de Britneys Spearses, Christinas Aguileras y Backstreetboyses. Las quinceañeras y quinceañeros de todo el planeta se veían enloquecidos por sus bailes irreales, sus canciones pegadizas y sus ropas ajustadas y enseñacarnes. Entre todos esos seres apareció una muchacha que parecía traer en sus canciones la claridad y fuerza de la mismísima Alaska donde pasó su juventud.

Armada con su guitarra, como una cantante country de bar de carretera, encontro un hueco en los corazones de aquellas quinceañeras que no se sentían identificadas con las Britneys Spearses y compañía, que buscaban algo con un poco más de contenido que el genio de la botella de Christina Aguilera.

Sus canciones, llenas de suavidad pero también de fuerza, tenían un estilo propio y del gusto de esas adolescentes pseudohippies a las que les encantan las pequeñas denuncias sociales con cierto ritmo pop, más aún si provienen de una cantautora, lo suficientemente conocida para que haya llegado a sus oidos y lo suficientemente desconocida como para sentirse originales por escucharla.

Sin embargo, y a pesar de ser una cantante de fama internacional, que ha puesto banda sonora a varias películas, Jewel seguía sin mover las mismas masas que sus adversarios de canciones sin contenido. Así que decidió dar un cambio de estilo radical, se embutió en los jerseys y camisetas ajustadas y se hizo a las miniminifaldas, se aliso su pelo y creó un nuevo album, 0304, de un estilo totalmente diferente a los demás, acercándose con él a los que siempre había querido alejarse.

El primer single de 0304, Intuition, contaba con un video lleno de atuendos a cual más provocativo y pretendía ser una crítica al mundo musical, rendido al marketing y al consumismo. Incluso durante el video aparecía el supuesto comentario que un fan enviaba a la cadena de música en cuestión, en el cual el sucodicho fan aseguraba que le gustaba más Jewel ahora que andaba ligera de ropa.

Sin embargo la crítica y sus fans no acabaron de ver el significado, muy dusoso, del disco, que se debatía entre la crítica y una original rendición de Jewel a las leyes de mercado. Muchos de sus fans no se lo perdonarían, y a pesar de que Intuition llego a las primeras posiciones de las listas de venta y se convirtió en una de las canciones más conocidas de la artista, de alguna manera perdió a muchos de los que realmente son los más importantes, sus incondicionales, que a partir de ahora quedarían recelosos sobre su antiguamente alternativo ídolo.

A pesar de su cambio, Jewel se dio cuenta de que no podía competir contra Christina Aguilera o Britney Spears, porque se ve que incluso para eso hay que tener talento, y se quedo estancada, como decían sus antiguas canciones, en el peor punto que puede estar un artista: la mediocridad.

Jewel regresó al mundo en mayo de este mismo año, con un nuevo trabajo, Goodbye Alice in Wonderland, en el que no solo decía adios a Alicia, sino también a su fallida incursión en el mundo de las maravillas, y volvía a aquel estilo que quizá nunca debió dejar atrás.

El sabor agridulce de su disco 0304 probablemente volverá a la mente de Jewel cada vez que se depile las piernas con la cuchilla que una conocida marca de accesorios de depilado lanzó inspirándose -???- en una de sus canciones: Intuition.

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