10/28/2006

Esto es Halloween 4: basado en hechos irreales

Eran las 9 de la noche del famoso día de Halloween. Mientras que en los Estados Unidos de América millones de niños salen por las calles a pedir caramelos, las calles de Madrid estaban bastante desiertas y oscuras, porque estaba lloviendo.

Me encontraba solo en mi hogar oyendo la lluvia y escribiendo en este ordenador, en esos momentos de tensión en los que decides que el interruptor de la luz está demasiado lejos y prefieres estar a oscuras y dejándote los ojos antes que levantarte. Pero ya era demasiado fuerte: tenía que dar esa luz o moriría. Antes de nada decidí mirar desde la ventana de mi quinto piso para ver la que estaba callendo. Mire la clásica farola, que es en el único lugar donde los seres humanos somos capaces de ver la lluvia de noche. Y allí, bajo esa luz amarillenta, lo ví: chiquitito, feo y con su peto baquero estaba parado Chucky, el muñeco diabólico.

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Para que le sacarían de su cajita, si allí no hacía daño a nadie

Si en ese momento no me cagué fue porque soy una persona fuerte, y pensé que debía estar viendo mal, que sería un niño horrible y perdido en mitad de la lluvia, que era una broma del destino. Pero entonces Chucky levantó la cabeza y me miró directamente a los ojos. En ese momento supe que era él y que venía a por mí. Lo primero que hice fue ir corriendo a cerrar la puerta. Cuando volví a mirar por la ventana, Chucky ya no estaba. "Cacotas", pensé, y decidí cerrar todas las persianas de la casa y asegurarme de que Chucky no podía entrar por ningún minirecoveco. Tras comprobar que no poseo uno de esos conductos de aire acondicionado gigantes que aparecen en todas las películas, me senté en el sofá a pensar en lo que podía hacer.

Llamar a la policía era absurdo: si no se creyeron lo de los Gremlins, se van a creer esto. Así que allí estaba yo, flipándolo en colores, siendo la víctima de una de esas pelis de terror que tanto me gustan.

Mientras esperaba el desenlace de toda aquella historia surrealista que me había tocado vivir, decidí que lo mejor que podía hacer era olvidar mis penurias y esperar a que todo se resolviera solo. Ásí que decidí que mi única misión era ver todo tipo de pelis de terror e intentar buscar una respuesta a mi problema mortal en ellas.



4 comentarios:

Tamaruca dijo...

xDDDDDDDDDDD
¿¿Cacotas??

Eso sí que me daba terror, ver la terrorífica cara de la mía mamma, diabólico supositorio de glicerina en mano, y su pregunta infernal:

- ¿Haaahhhsss heeechooouuu cacoootaaassss? Uuuuhhhh...


Un besito

¿Cómo has podido dejar a Nina van Horn? Otra ídola xD

Ruvias Intelijentes dijo...

vale... lla es de dia i estas bibo... osea que podemos afirmar casi con seguridad que lo soñaste. pero nosotras tamvien nos avriamos echo popó del canguelo. i puestos a confesar terrores... a nosotras nos da muchisimo miedo Giovanirana, el de la pasta de gorgonzola. pero miedo del malo, del que te ace creer que tu savana es antivalas i si te tapas hasta la cocorota nadie podra acerte daño.

vesillos ruvios i misteriosos

p.d. la serie era Step by Step. el padre era el Bobyegüit de Dallas, que era el actor Patricdufi (o algo parecido, que semos ruvias)

Anónimo dijo...

Muy bonito el cambio de look, me siento como en casa y todo.

al chuki dale una patada, ¿no ves que es canijo? y si no se va, LLAMAME, que se va a enterar el sucio enano ese de lo que es el terror

Igrein dijo...

Jajajaja!!! Como que "cacotas"????
He intentado leerlo esta mañana en casita pero estaba yo sola y con la musica que has puesto me ha entrado un mal rollo... que he tenido que dejarlo hasta ahora.
Un Beso con mucho miedo.....