En Varadero desconocido

Mi amol. Si, esta es una de las frases que más se oyen en ese pais al que conocemos como Cuba. "Porque no me invitas a una cebeza, mi amol", "Lo habeis entendido mal, la excursión sólo duraba 20 minutos, mi amol", "Tranquilo, mi amol, que tienes todo el tiempo del mundo, mi amol". Efectivamente, he sacado dos conclusiones de este viaje: la primera ya la sabeis, allí todo el mundo es un amol; la segunda es que los cubanos son unos pachorros. Si, si. Cada vez que llegas a un hotel te dan una megacharla que lo menos dura una hora sobre lo que es Cuba, sobre la moneda de Cuba, sobre la vida en Cuba, sobre los servicios del hotel... Lo que en España solucionaríamos con un "cuidado con los timadores y si rompeis algo del hotel nos quedamos la fianza" ellos lo convierten en una especie de megameeting. Zapatero y Rajoy no son nadie a su lado, lo aseguro. Efectivamente, ellos tienen todo el tiempo del mundo pero tú que has pagado millones de euros por estar allí siete dias... Bueno, el caso es que su megapachorra te empieza a estresar y los anuncios de Malibú comienzan a parecerte cada vez menos graciosos.

Por lo demás bien. He decidido empezar de manera negativa para no daros envidia del todo, pero como os veo con ganas de chicha os vais a cagar. La Habana es una ciudad bastante show. A pesar de que no es la clásica ciudad llena de monumentos (vease París) tiene aquello que la gente llama "un ambiente incompareble". La gente es muy risueña aunque por desgracia se les ve muy, muy, muy necesitados y la ciudad está un poco cochambrosa y a veces te da bastante resquemor estar tú por ahí en plan turista. Vamos, por lo menos a mi. Es muy bonita por el día y muy bonita y animada por la noche (por fin una ciudad que se asemeja a España en ese aspecto) Tienen idealizado a Heminway, del cual yo se poco más que su nombre. Siempre están que si Heminway se tomaba mojitos aquí, que si Heminway venía a pasear por allá, que si Heminway escribió nosequé inspirado por nosecuales vistas... Un show. Lo más divertido es buscar un sitio donde comer. puedes optar por el clásico restaurante de toda la vida donde pueden tardar en servirte hasta 2 horas de reloj (porque tienes todo el tiempo del mundo, mi amol) o buscarte un paladar, que viene a ser una casa particular donde te preparan un megafestín en plan "La bella y la bestia" por escasos 5 euros (pesos convertibles) incluyendo en algunos casos langosta.

El caso es que ya no os cuento más de la Habana (aunque hay mucho más porque es un show) y pasamos a Varadero: el "todo incluido". Si, muchachos, por fin he sabido como se siente la jet set: bien. Tu vas por ahí con tu pulserita por todo tipo de chiringuitos en todo tipo de lugar pidiendo comida y bebida a granel y allá que te la ponen. Hay gente de mi clase que aún vive de la ilusión y sigue con la pulserita puesta como si fuesen a ir al McDonals y les fuese a salir el McFlurry gratis. Yo la pulserita me la quité ayer. También tenía cierta ilusión, lo confieso. El caso es que estar allí es no hacer nada o, en su defecto, hacer millones de excursiones en catamarán a islas más paradisiacas si cabe que la península de Varadero, nadar con delfines, visitar corales sin fin... ¡Ay, muchachos, no se que hago aquí!

Si os sirve de consuelo y para que no me odieis de por vida tras este post he de deciros que mientras estaba allí, aislado de internet ("Hay mi amol, el internet no funciona hoy y no creo que funcione mañana tampoco. Pero tienes el telefono que total cuesta 4 euros el minuto, mi amol") recordé aquel blog que yo tenía en mi vida pasada en España, y mientras me tostaba al sol sin fin, me acordé, por una décima de segundo, de vosotros.